En resumidas cuentas, se trata de un enfoque de la educación que capacita a los estudiantes para aprender con el método y con el ritmo que mejor se adapte a su proceso de aprendizaje individualmente. La persona importante en este tipo de aprendizaje es el estudiante, todo se va a centrar en sus necesidades y no en la de los profesores o el tema a revisar. Ayuda no solo a saber las fortalezas y debilidades académicas de los alumnos, sino también a identificar sus intereses y lo que les motiva a priorizar ideas sobre los contenidos a aprender.

La personalización también faculta a los docentes a adaptar las lecciones, proyectos y tareas a los estudiantes con diferentes niveles, en un esfuerzo por prepararlos mejor para los siguientes grados. A diferencia del aprendizaje activo, que tiene enfoques prescriptivos, el método personalizado es amplio.

El objetivo es involucrar de manera significativa a los estudiantes dándoles libertad pedagógica por medio del aprendizaje mediante herramientas digitales efectivas que ayuden a respaldar este aprendizaje y cómo lo entienden de mejor manera.

El aprendizaje personalizado beneficia a directivos, profesores y alumnos, ya que se pueden hacer cambios oportunamente en los planes de estudio, lo que a su vez mejorará el rendimiento académico. Esto ayudará además a posicionar a los centros educativos en un nivel más alto y, de igual forma, mejorará la percepción de los padres de familia de estos.

Uso de la tecnología

La implementación de la tecnología tiene hoy un papel relevante en el aprendizaje personalizado. Los estudiantes, actualmente, ya no están limitados por el espacio físico para acceder a la información y al conocimiento. El aprendizaje digital ayuda a la personalización, ya que proporciona a los alumnos un contexto individual para que puedan acceder a recursos más allá de sus colegios o profesores.

Cuando la tecnología se usa de manera reflexiva, la integración en cualquier programa educativo enfatiza la voz del estudiante, abre muchas posibilidades para que encuentre y desarrolle su propia voz, ayudándole a apropiarse de su propio aprendizaje y convertirse en creador de conocimiento en lugar de solo ser receptor pasivo de la información que le proporciona los profesores.

Los docentes, por su parte, pueden hacer uso de los recursos en línea y otros programas para liberarse del trabajo lineal que lleva mucho tiempo, como calificar tareas, y pueden enfocarse en entrenar y guiar a los alumnos para que dominen los temas a través de caminos innovadores, generando un vínculo profesor-estudiante.

Recomendaciones para su implementación

Algunas formas para que los profesores puedan integrar en sus clases el proceso de la personalización de la educación son:

1. Trabajar en una forma de evaluación de partida.

Escoger con precisión una forma de evaluación de partida, planificando varios niveles por defecto, para determinar el itinerario más adecuado para el alumno.

2. Crear un catálogo de contenidos formativos “por bloques”.

Las actividades de aprendizaje ayudan a los estudiantes a aprender de forma significativa. Generar una oferta formativa compuesta de un gran número de contenidos por bloques que permitan una configuración personalizada y que sean consumibles por menos alumnos, pero con el impacto formativo esperado para cada uno de ellos.

3. Escoger las herramientas y la tecnología necesarias.

Para implementar el plan de personalización educativa, y dependiendo de su finalidad tecnológica, deberemos escoger entre: herramientas de soporte en el diseño y distribución de planes, herramientas de evaluación, aplicaciones de diseño de lecciones, etc.

4. Diversificar el enfoque cognitivo.

Los estudiantes comprenden y retienen los conocimientos de manera distinta: algunos tienen más potenciada la capacidad visual, otros la numérica… Trasladar los conocimientos de una manera adaptada a las mejores capacidades de cada estudiante mejora su potencial de aprendizaje.

5. Impulsar la conectividad.

Introducir el mundo en el aula y promover entornos de aprendizaje mixtos.

6. Explorar nuevas metodologías.

Introducir metodologías de aprendizaje activas que facilitan un aprendizaje flexible, interactivo y experiencial. El uso de herramientas digitales puede potenciar su efectividad.

7. Formar en habilidades digitales.

Asegurarse de que los estudiantes cuentan con las habilidades mínimas para crear y estar conectados con su red de aprendizaje.

8. Promover el emprendimiento.

Introducir aprendizajes en habilidades de emprendimiento que permitan mayor flexibilidad.

9. Monitorizar y evaluar.

Utilizar metodologías de monitorización y un plan de seguimiento de la evolución que, a través de la tecnología, permita tanto a docentes como a estudiantes conocer en tiempo real el grado de desarrollo en conocimientos y habilidades.

10. Registrar el proceso.

Romper con el informe de calificaciones y convertirlo en un informe de progreso competencial.

En definitiva, la educación personalizada persigue que el alumno sea tenido en cuenta en su proceso educativo, pero también que la relación entre estudiante-profesor trascienda a un ámbito más personal. Sin perder el objetivo principal en el que se basa este tipo de educación: que se tenga en cuenta su dimensión ontológica. Favoreciendo el desarrollo de la autonomía del estudiante, es decir, la capacidad de tomar decisiones responsables y de actuar de acuerdo con ellas, formando a la persona en todas sus dimensiones.