El microlearning, esto es, videos de corta duración sobre temas muy concretos que buscan el desarrollo de habilidades y la adquisición de conocimientos prácticos, se presenta como una estrategia de mucho provecho en clases, complementando y reforzando el macroaprendizaje, al permitir a los alumnos digerir los conceptos de manera rápida y retener mejor la información

El microlearning o microaprendizaje es una metodología de e-learning que presenta la información en pequeñas píldoras de contenido, sobre todo enfocadas al desarrollo de las habilidades blandas o soft skills, con un objetivo de aprendizaje concreto, en formatos fáciles de digerir y accesibles desde cualquier dispositivo electrónico.

Como bien señalan Ruff, H. A. y Lawson, K. R. en su artículo Development of sustained, focused attention in young children during free play, aunque no hay evidencia empírica se estima que los adolescentes y adultos pueden mantener la atención entre 10 y 20 minutos, y tras este periodo, habría que renovar la atención. De ahí que las características del microlearning permiten a los estudiantes digerir los conceptos de manera rápida, avanzar poco a poco utilizando el tiempo disponible entre tareas y retener mejor la información.

Es una forma de enseñar y entregar contenido a los alumnos en pequeñas ráfagas de 3 a 5 minutos en el punto de necesidad, con un resultado de aprendizaje enfocado y específico.

El alumno tiene el control de qué y cuándo está aprendiendo y puede completar su capacitación en el momento y lugar que se adapte a su agenda. En clases, el docente controla estos tiempos de interacción entre el estudiante y la plataforma educativa de microlearning y así complementa las lecciones mejorando el aprendizaje de los niños y jóvenes.

Pensemos en cómo se consume contenido hoy en día. En muchos casos es a través de breves ráfagas de información en un feed de Twitter o notificaciones de actualizaciones de noticias en el teléfono celular.

El microaprendizaje aprovecha este comportamiento al replicar los hábitos educativos existentes y permite acceder a breves ráfagas de información que son más atractivas y fáciles de digerir. 

Además, el microaprendizaje encaja en el entorno de aprendizaje general. Mientras que el microlearning ofrece respuestas rápidas a las preguntas que necesitamos en este momento, el macroaprendizaje permite sumergirse por completo en el aprendizaje y profundizar en un tema determinado. Así, estos dos estilos de aprendizaje se complementan y refuerzan mutuamente a lo largo de todo el proceso de aprendizaje.

Estos son algunos ejemplos de formatos de microaprendizaje:

• Texto - flashcards y párrafos cortos

• Imágenes - ilustraciones y ayudas visuales

• Videos - explicaciones breves y sencillas

• Audio - fragmentos de voz o música

• Interactivo - cuestionarios o juegos que evalúan el conocimiento del alumno

A todos nos encantan los videos, así que asegúrate de incorporarlos en tu microaprendizaje. La regla de “mantenerlo conciso” es fundamental: la capacidad de atención de un niño no se extenderá a más de dos minutos.

Usa situaciones de la vida real con la que tus alumnos puedan relacionarse y mejora la retención de conocimientos mediante el uso de texto y gráficos en pantalla para resaltar los puntos principales. Así garantizarás un aprendizaje constructivo, fácil de relacionar y difícil de olvidar.