¿Has sentido la frustración de que, a pesar de que todos tus alumnos son totalmente capaces de aprender, algunos simplemente no lo hacen?

Investigadores de la universidad de Harvard han estudiado a través de resonancias magnéticas, el funcionamiento del cerebro cada vez que nos exponemos a situaciones adversas que nos producen estrés, se percataron de que las áreas encargadas de la supervivencia incrementaron su actividad.

Imagina que un animal te embiste a toda velocidad; tu cerebro no se detendrá a pensar por qué lo hace, más bien se enfocará en ayudarte a encontrar un lugar seguro, irrigando sangre a tus extremidades.

Lo mismo sucede con nosotros, cuando nos sentimos estresados nuestras reacciones no están lideradas por las partes del cerebro que se encargan del razonamiento, sino, de la supervivencia.

Es nuestro deber enriquecer el contexto en el que nuestros alumnos se desenvuelven, por ello el trabajo en equipo es indispensable en el proceso educativo, ya que la educación es una labor que integra a docentes, padres de familia y a la comunidad.

La pregunta primordial es entonces ¿Qué puedo hacer?

Primero debes cuidarte para poder cuidar a tus alumnos

Muchos de nosotros nos enfrentamos a situaciones difíciles cotidianamente; recorremos grandes distancias para atender las necesidades de nuestros alumnos y en muchas de las ocasiones nuestra vida laboral se sobrepone a la personal.

Si has experimentado agotamiento físico y mental acompañados de estrés laboral, o te produce tedio pensar que el lunes ha llegado, posiblemente estás experimentando el síndrome del quemado (Burnout).

Es muy importante que reconozcas los elementos que te hacen sentir así, para ello elabora un listado con todas aquellas cosas que desees atender y mejorar, esto te ayudará a identificar y darle solución a tus problemas, además te apoyará a realizar ajustes actitudinales que incrementarán tus niveles de satisfacción; enfócate en resolver tus problemas, de esta manera podrás atender las necesidades de tus alumnos y por consecuencia, te hará más fácil la labor docente.

Forja tu carácter a través de la resiliencia

Mucho se ha hablado de la resiliencia, que es la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos a situaciones adversas, tomemos como ejemplo el forjado de una armadura: el herrero golpeará y enfriará los metales en repetidas ocasiones con el afán de mejorar la calidad y durabilidad de la misma; lo mismo sucede con nosotros, al enfrentarnos a situaciones estresantes, podemos aprender a sobreponernos y adaptarnos a nuevas y mejores versiones de nosotros, si no lo hacemos, seguramente podríamos quebrarnos.

Según la UNESCO, más del 14% de nuestros alumnos se encuentran en condiciones de riesgo que los orillarán a abandonar la escuela, fomentar la resiliencia te ayudará a incrementar la posibilidad de que permanezcan estudiando, para ello escúchalos y ofréceles opciones, no olvides reiterar que estarás ahí para apoyarlos cuando lo necesiten.

Como verás se trata de evitar situaciones estresantes, es cuestión de aprender de ellas para enfocarnos en lo que realmente importa: nuestra labor docente.

Happy to teach.