Aprender a detectar la ciberviolencia se ha convertido en un desafío crucial en las instituciones educativas de hoy en día. Expertos en prevención de la violencia escolar recuerdan que la educación y la formación son clave para proteger a los jóvenes de las consecuencias de este problema en constante evolución en el mundo digital

La ciberviolencia en las instituciones educativas es un desafío creciente que afecta a profesores, padres y alumnos por igual. Así lo afirma la profesora de psicología y presidenta de la IX Conferencia Mundial sobre Violencia en la Escuela, Rosario del Rey, quien destaca la importancia de esta cuestión y asegura que, en un mundo cada vez más digitalizado, la necesidad de educar y formar a las personas para detectar la ciberviolencia se ha convertido en una prioridad.

Para muchos adultos que no han crecido inmersos en el entorno digital y las redes sociales, entender la ciberviolencia puede resultar complicado. Sin embargo, es esencial que profesores y padres se conviertan en modelos y referentes para los jóvenes que están navegando en este contexto sin la preparación necesaria.

La comunicación en línea tiene un significado profundo para los jóvenes, afectando su identidad, prestigio social y autoestima. Lo que los adultos pueden considerar trivial, como no recibir una respuesta a un mensaje, puede tener un impacto significativo en la vida de un menor. Por lo tanto, es crucial que aprendamos a valorar estas experiencias desde la perspectiva de los jóvenes.

Del Rey señala que los estudiantes a menudo son inseguros y carecen de la capacidad de anticipar las posibles consecuencias negativas de sus acciones en línea. La solución implica un enfoque en la educación, el apoyo parental y el compromiso de los centros educativos para ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades en línea y reconocer la ciberviolencia.

La experta en prevención de la violencia escolar destaca que en la actualidad no podemos hablar de calidad en las relaciones interpersonales sin considerar las redes sociales. La violencia en línea y el acoso escolar a menudo van de la mano. El “ciberodio”, que solía dirigirse a grupos vulnerables, se ha generalizado y ahora afecta a cualquier persona por cualquier motivo. Esto ha llevado a una cierta normalización de la violencia y el comportamiento hostil en línea.

La falta de empatía y criterio moral en las interacciones virtuales es una preocupación. Las personas a menudo ven actos de ciberviolencia y no sienten la necesidad de intervenir. Del Rey subraya la importancia de enseñar a los jóvenes a responder a la ciberviolencia, ya que el agresor busca el respaldo social del grupo para continuar su conducta.

En este contexto, los planes de convivencia escolar son fundamentales. Para la psicóloga, es esencial coordinar los esfuerzos y abordar la ciberviolencia en las aulas. Por ello,propone un enfoque integral que promueva el bienestar y la convivencia en el entorno escolar. Aunque pueda parecer una utopía, con la colaboración de profesionales, instituciones educativas, familias y una distribución adecuada de responsabilidades, se puede avanzar en la dirección correcta.

(Fuente: Agencia EFE)