La Confederación Patronal de la República Mexicana asegura que la falta de una estrategia que contemple la apertura y cierre de aulas por las nuevas variantes de Covid-19 tendrá un impacto en la disminución de capacidades para la competitividad de los estudiantes, que se verá reflejado dentro de 5 y 10 años.
En el nuevo contexto social, marcado por la pandemia y sus distintas variantes, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha hecho hincapié en la necesidad de tomar medidas urgentes para “ayudar a la ejecución de un modelo de enseñanza híbrido cuya preocupación central sea formar personas para la vida, sobre bases solidarias”. De no hacerlo, asegura que el impacto de los estudiantes que hoy abandonen las aulas se verá reflejado dentro de 5 y 10 años, con la disminución de capacidades para la competitividad.
Para la presidenta de la Comisión de Educación de la Coparmex Ciudad de México, Patricia Ganem Alarcón, la decisión de obligar a un retorno general a las aulas de manera presencial “ha sido un equívoco como ya se muestra en la realidad, luego de que, a contrapelo de la determinación federal, las autoridades educativas de al menos 12 entidades decidieron posponerlo debido al incremento de contagios por la variante Ómicron”.
El cierre y la apertura de los colegios es una estrategia que en México debe instalarse ya, subraya Ganem Alarcón, “porque estamos retrasados más de año y medio, luego de que, en mayo de 2020, cuando todos los sistemas educativos del mundo se encontraban cerrados debido a la presencia más activa de Covid-19, los especialistas ya se planteaban que deberíamos asumir que la recuperación de la normalidad educativa no sería rápida”.
Y aunque desde entonces los expertos visualizaban que pese al regreso paulatino a los centros educativos este no sería dentro de la normalidad acostumbrada, la presidenta de la Comisión de Educación de la Coparmex critica que “en nuestro país, las autoridades de salud y educativas han minimizado los riesgos que las variantes generan y con ello han invisibilizado la creación de esquemas educativos que ayuden a evitar una caída estrepitosa en los niveles de calidad de la enseñanza”.
Patricia Ganem Alarcón apela a hacer una crítica profunda de la escuela, de la noción actual de currículo y de las formas predominantes de la práctica docente, a fin de avanzar hacia modelos educativos cuya preocupación central sea formar personas para la vida, sobre bases solidarias.
En su opinión, es necesario, pero insuficiente, el postulado de desarrollar sistemas educativos abiertos y flexibles, que hagan uso de la educación a distancia y se basen en las tecnologías digitales.
"Son preocupantes los aprendizajes en preescolar y primaria relacionados con la lectura de comprensión y procesos de socialización, tan indispensables en estas etapas. En el caso del nivel de secundaria, los aprendizajes que se relacionan con la autonomía y las habilidades para el estudio, que deben quedar consolidadas en esta edad. Y qué decir del alumnado que asiste a media superior, que debe trabajar sobre capacidades de dominio de información”, expresa.
Ganem Alarcón asegura que en un mudo que se debate sobre la solidez de paradigmas que hoy se ponen en cuestionamiento, “no cabe duda que los sistemas educativos deben pensar en una educación menos académica, menos centrada en las disciplinas y más práctica, más orientada hacia la comprensión del mundo que nos rodea, bajo una perspectiva de resolución de necesidades y problemas de la vida social, política, económica y del ambiente natural”.
Pero, ¿qué es la educación híbrida? Se trata de un tipo de modalidad que combina la educación a distancia con la educación presencial. Dependiendo de la tecnología de cada institución, de la capacidad del aula y de los objetivos fijados en cada plan de estudios, esta modalidad se puede implementar de tres maneras. En primer lugar destacan las aulas espejo, que proponen que una parte del alumnado se encuentre en la propia clase, mientras que la otra lo haga desde sus hogares a través de alguna plataforma utilizada para realizar videollamadas. En las clases semipresenciales, los estudiantes van a la institución algunos días de la semana y los otros permanecen en sus casas. Finalmente, el desdoblamiento incluye la famosa “burbuja”, es decir, los alumnos hacen turnos para ir a clases, lo que supone menos horas presenciales de cada asignatura, que son compensadas con trabajo desde casa.
Esta nueva metodología trae consigo varias ventajas que los expertos en educación destacan y que están presentes en Flex Learning de Amco, una solución integral para los colegios ante los nuevos desafíos de la enseñanza, ya sea a distancia, presencial, semipresencial o de forma híbrida, con la consigna de “educación y aprendizaje para todos, en cualquier lugar, desde cualquier lugar”.
Uno de los beneficios más destacados es la autonomía. Con la educación híbrida se puede desarrollar más la capacidad de ser autodidacta, lo que despierta en el estudiante una característica de investigador que busca la solución de sus dudas de forma autónoma. Además, un plan híbrido bien planteado amplifica, a mayores, el rendimiento de los alumnos.
Otra ventaja de la educación semipresencial es la planificación de los profesores. Con un flujo de contenidos optimizado y una mejor adecuación de los alumnos, los docentes pueden dedicar más tiempo al acompañamiento de los estudiantes, propiciando un mejor aprendizaje. Este tipo de clase, además, puede ayudar a que la cartera de los alumnos no se vacíe, ya que reduce ampliamente los costos, tanto de los alumnos como de las instituciones.