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El auge de las EdTech: poderoso motor de crecimiento para América Latina y el Caribe
El sector de la tecnología educativa (EdTech) ha crecido de forma acelerada en América Latina y el Caribe, como señala un informe del Banco Interamericano de Desarrollo y la plataforma líder de impacto HolonIQ. Algunos países están construyendo ecosistemas locales sólidos ante una inversión de capital de riesgo que se triplicó entre 2020 y 2021, con Brasil, Perú y Argentina liderando la atracción de fondos del sector
El sector de las empresas de tecnología educativa (EdTech) ha experimentado un auge en la región de América Latina y el Caribe (LAC) tras la pandemia, garantizando el acceso a la educación, experiencias y resultados de los estudiantes. Así lo constata el informe “Tecnología educativa en América Latina y el Caribe” realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en colaboración con la plataforma líder de impacto HolonIQ con la intención de “sacar a la luz las innovaciones y el impacto que están teniendo las EdTech, así como identificar los desafíos y oportunidades para generar un mayor impacto”.
En el estudio se señala que, entre 2020 y 2021, la tecnología educativa ha tenido un acelerado crecimiento en América Latina y el Caribe con más de 1,500 nuevas EdTech que construyen ecosistemas de innovación con talento y fondos, llegando a crear en promedio más de 4,500 empleos en la región, además de que se ha invertido un capital de riesgo de mil millones de dólares durante los últimos 10 años en 500 rondas de financiamiento.
La tecnología educativa “es potencialmente uno de los motores de crecimiento más poderosos para la región, ya que acelera la recuperación económica, aborda las desigualdades, aumenta el acceso y multiplica el apoyo y el impacto de los padres, mentores, maestros e instituciones de LAC”, según el informe, en el que se recoge que aunque la presencia de las EdTech conlleva transformaciones positivas, también tiene retos que enfrentar, como la peor crisis socioeconómica que enfrenta América Latina en más de un siglo, tener uno de los sistemas educativos de peor desempeño a nivel mundial y una brecha crónica de habilidades.
Para obtener un contexto de la tecnología educativa en América Latina y el Caribe y realizar el estudio de HolonIQ y el BID se consultaron informes de investigación pública y datos de instituciones gubernamentales y no gubernamentales. La metodología del reporte incluyó más de 50 entrevistas con directivos de EdTech, inversionistas, líderes educativos, empresas de tecnología y medios de comunicación. Además, se realizaron encuestas a 130 stakeholders pertenecientes a 12 países, el 46 % de Brasil, el 17 % de México, el 15 % de Colombia, el 7 % de Chile, el 6 % de Argentina y el 9 % de otros países en Latinoamérica y el Caribe.
De acuerdo con el informe, el ecosistema de la tecnología educativa de Brasil es el más grande de la región, con casi dos tercios de las nuevas empresas y atrayendo poco más de la mitad de los fondos durante la última década.
Perú y Argentina le siguen en el monto total de fondos atraídos, sin embargo, no tienen ecosistemas EdTech con tantas startups como México (152), Chile (114) y Colombia (96). Chile destaca en términos de número de startups en comparación con el tamaño de su población.
Países como Guatemala y Uruguay tienen ecosistemas más pequeños, que son bases importantes para construir soluciones relevantes en el contexto de cada nación.
Con base en los resultados de las encuestas a líderes de la educación pública y privada, empresarios e inversionistas, HolonIQ y el BID identificaron cinco pasos que contribuyen a mejorar y acelerar la tecnología educativa en América Latina y el Caribe con el propósito de lograr un impacto positivo.
Con un enfoque centrado en el alumno se diseñan experiencias de aprendizaje y programas educativos en torno a distintas necesidades a fin de crear compromiso y producir resultados.
Los sistemas de colaboración ofrecen generar cambios a través de la participación de todos los actores, desde el gobierno, docentes, padres y madres, empresas, instituciones e incluso la tecnología, ya que los sistemas educativos están interconectados por estructuras sociales, culturales y económicas.
Por medio de datos informados pueden tomarse decisiones con relación a las iniciativas de aprendizaje; es importante que exista una armonización entre las medidas económicas, laborales, de aula y del alumnado para obtener hallazgos.
Si los gobiernos establecen y promueven alianzas estratégicas y entornos de inversión estables atraerán mejor talento y resultados que impulsan el desarrollo social y económico, antes que sus pares.
Es esencial contar con la capacidad, tanto de personal como de infraestructura, para diseñar y transmitir educación digitalmente, fomentar las habilidades del siglo XXI y estimular la competitividad global de LAC.
