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El impacto económico en Latinoamérica a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania

Líderes
16 Marzo 2022

Latinoamérica ya venía sufriendo presiones inflacionarias derivadas de la crisis sanitaria por Covid-19. Ahora enfrentará desafíos adicionales derivados del conflicto entre Rusia y Ucrania.



La invasión rusa a Ucrania ha hecho saltar por los aires los precios de las materias primas, un escenario que en Latinoamérica podría beneficiar a los países exportadores de granos e hidrocarburos, pero perjudicará a los importadores, aunque tanto unos como otros sufrirán mayores presiones inflacionarias que erosionarán sus perspectivas de crecimiento económico para este año, de acuerdo con los analistas.


Debido al rol estratégico de Rusia y Ucrania como importantes abastecedores de energía y alimentos, el conflicto bélico sacudió los mercados globales, temerosos de que las cadenas de suministro se vean severamente impactadas por la guerra y las sanciones económicas impuestas a Rusia.







Latinoamérica no está significativamente expuesta a Rusia de manera directa en materia de inversiones y comercio. De acuerdo con los datos de la consultora Capital Economics, el comercio con Rusia y Ucrania representa menos del 1.5 % de las exportaciones e importaciones totales de bienes de las principales economías latinoamericanas.


Los economistas de esta firma pronostican que el precio del crudo se disparará a aproximadamente 130 dólares por barril si la actual crisis entre Rusia y Ucrania se intensifica. Esto empujará la inflación del combustible en América Latina cerca de su pico de 2021.


Con todo, y pese a la elevada incertidumbre sobre los alcances y el tiempo que durará el conflicto bélico, los expertos advierten de que la región sufrirá un fuerte impacto indirecto por la vía de los precios de las materias primas.


Según Michael Heydt, vicepresidente senior de Calificaciones Soberanas Globales de la agencia de calificación DBRS Morningstar, América Latina incluye un conjunto diverso de países en términos económicos y “si bien los precios más altos podrían beneficiar a algunos países exportadores netos de materias primas, otras partes de la región dependen en gran medida de importaciones, como América Central y el Caribe”.



“Los costos más altos de la energía

y los alimentos podrían debilitar considerablemente

las perspectivas de estos países al

afectar negativamente el poder adquisitivo

y aumentar la inflación

, dijo Heydt.


Desde la invasión rusa a Ucrania, los precios internacionales de los hidrocarburos se han disparado por los temores a una interrupción del suministro procedente de Rusia, uno de los mayores productores globales de petróleo y gas.


Los envíos a Latinoamérica de crudo y gas natural licuado (GNL) desde Rusia son muy limitados. No obstante, la región -con países productores y exportadores de hidrocarburos y otros que son importadores netos- sentirá los efectos de mercados internacionales de energéticos sobresaltados.


De acuerdo con Luciano Codeseira, director de la consultora Gas Energy Latinoamericana y socio ejecutivo de la firma Ceibo Growth Strategies, Brasil y Guyana se perfilan como los países exportadores más beneficiados por la subida de precios del petróleo, mientras que Venezuela y Ecuador “tendrán una mejora de precios en un contexto adverso de producción”.


Argentina, por su parte, sigue desarrollando la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, pero el saldo negativo de su balanza energética se acrecentará debido a la creciente necesidad de importar más volumen de GNL en el próximo invierno austral a precios muy superiores a los de 2021.




“Los países plenamente importadores de petróleo,

combustibles líquidos y gas desde luego serán los más afectados,

pero podrán balancear esos costos con mejores precios

de commodities que ellos mismos exportan.

La pregunta para cada país será quién carga con los nuevos costos

y beneficios del salto de los precios en general

, manifestó Codeseira.




Rusia es la undécima economía del mundo, pero, a pesar de no ser muy grande, está interconectada, lo que pudiera llevar a un contagio económico y financiero, explicó en rueda de prensa Ian Bremmer, presidente y fundador de la consultora Eurasia Group.


“Rusia no es Irán, Rusia está interconectada -señaló, refiriéndose a otro país que funciona bajo sanciones económicas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea-, por lo tanto, esto nos hace cuestionarnos si Rusia es demasiado grande para caer


¿Pudiera llevar esto a un momento como la bancarrota de Lehman Brothers? 


¿Pudiera tener un impacto similar al de la crisis financiera global de 2008?

 

Es enteramente posible y yo creo que eso es lo más importante en lo que la gente en América Latina debe pensar”.


                                                        

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