El multimillonario sudafricano Elon Musk tiene un nuevo objetivo en su plan de crear una colonia autosuficiente en Marte: organizar su Arca de Noé particular lleno de animales y plantas y enviarlo al planeta rojo. Un proyecto que la comunidad científica considera que está muy lejos de cumplirse
Ni la posible bancarrota de SpaceX por fallos en los motores de los cohetes Starship frena las inquietudes del hombre más rico del mundo. El sudafricano nombrado en 2021 como “Persona del Año” por la revista Time, ha asegurado que uno de sus objetivos a cumplir es crear su Arca de Noé y trasladarlo a Marte.
Esta idea es parte del plan de Musk en el planeta rojo. En una charla con Edward Felsenthal, editor jefe de la prestigiosa publicación económica, el empresario ha afirmado que “el objetivo general es hacer que la vida sea multiplanetaria y permitir que la humanidad se convierta en una civilización espacial”.
Para conseguirlo desea “construir una ciudad autosuficiente en Marte” para “llevar allí a los animales y criaturas de la Tierra”, que tendrían un futuro bastante negro en nuestro planeta debido a la disminución de recursos y los efectos del cambio climático.
Según el planning de Musk, que se ha mostrado muy convencido de que se acabará cumpliendo, la primera colonia de humanos en suelo marciano estaría lista para 2026. Luego llegaría su Arca de Noé, del que ha especificado que llevará más de dos ejemplares de cada especie porque “es un poco raro si solo hay dos”.
Escepticismo entre los científicos
Este nuevo proyecto de Musk se ha topado con la realidad científica: es prácticamente inviable mantener animales en Marte. Así lo ha asegurado Roger Wiens, que actualmente está a cargo del instrumento láser SuperCam en el rover Perseverance en Marte. Este científico ha explicado al Daily Mail que el discurso de Musk suena “muy bien”, pero que en la práctica es extremadamente complicado de ejecutar aunque deja una ventana abierta al futuro.
Wiens ha explicado que el planeta rojo es “un lugar terrible para dejar animales” porque no hay oxígeno, que es elemental para poder vivir. Así, considera que los humanos “pueden ser lo suficientemente inteligentes como para usar sistemas de respiración de oxígeno” y ajustarlos a la cara si es necesario. En cambio, esto no es posible en el resto de especies: “Terminaríamos con muchos animales muertos”.
Otro de los científicos que no acaba de ver el proyecto de Musk, aunque sí cree que su idea tiene sentido, es Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian. Este experto ha asegurado que, si en algún momento se pueden llevar animales a Marte, no sería dentro de unos años como pronostica el multimillonario sudafricano. “Se tardarían siglos”, ha asegurado.
Como mucho, McDowell ve factible que los primeros colonos pudieran tener mascotas a finales de este siglo; sin embargo, algo tan complejo como criar animales en cantidades industriales o tener fauna salvaje “está muy lejos en el futuro”.