La finalidad de cualquier formación e-learning es que los alumnos puedan avanzar en el temario con agrado y agilidad. Así, en el proceso de creación hay una etapa previa en la que el profesorado debe decidir cuál es la mejor estructura y metodología para presentar los contenidos. Precisamente en esta etapa entra en juego lo que se conoce como diseño instruccional en e-learning

El diseño instruccional es lo que debemos hacer para aportar un plus pedagógico a los contenidos de una formación virtual u online (e-learning). Dicho de otra manera, consiste en convertir los contenidos en materiales que tengan una calidad educativa óptima y que resulten adecuados para el desempeño de la formación en cuestión.

Durante décadas, el concepto e-learning ha estado lastrado por cursos aburridos, tediosos e impulsados por la rapidez e inmediatez, en gran medida debido a un pobre diseño instruccional de dichos materiales. Con el tiempo, han emergido tecnologías y métodos que coadyuvan en una mejora sustancial del concepto. Por ejemplo, la metodología de Design Thinking impulsa una mejora en los materiales de aprendizaje digital.

El diseño instruccional e-learning se puede definir como el proceso sistemático y continuo para planificar, diseñar, desarrollar e implementar la instrucción o aprendizaje virtual necesario, para que el estudiante alcance los objetivos de aprendizaje previamente definidos o deseados por una institución.

Del mismo modo que un ingeniero o un arquitecto diseña un coche, una carretera o una casa, para que los usuarios los utilicen confortablemente, el diseñador instruccional e-learning debe diseñar cómo el estudiante aprenderá sobre una temática o materia en particular, a través de internet o sus tecnologías asociadas (el teléfono inteligente, una app, una tablet, un juego, etc.).

De igual manera, se debe decidir cuál es la herramienta más apropiada para desarrollar los materiales de aprendizaje digital y el mejor espacio para implementarlos.

Siguiendo con la comparación con un arquitecto o un ingeniero y el diseño de una obra, el diseñador instruccional debe diseñar los cursos virtuales, utilizando para ello herramientas, técnicas, metodologías, modelos, tecnologías, mejores prácticas y, en general, los artefactos necesarios para alcanzar el objetivo de aprendizaje deseado.

En resumen, habrá que analizar y organizar los materiales, valorar las necesidades formativas de los alumnos y los objetivos del aprendizaje. Incluso planear la metodología a emplear y los recursos con los que los docentes presentarán los contenidos (videos, infografías, actividades…). Todo ello, antes de volcarlos en la plataforma e-learning e impartir el curso.

En definitiva, se deben tomar una serie de decisiones sobre el contenido según el modo en el que los alumnos van a interactuar con este.

La genialidad del diseño instruccional en e-learning es que, al planificarlo, los profesores reducen la incertidumbre de cómo serán sus clases.