El contexto actual requiere una actualización continua de nuestras habilidades para no quedar descolgados del mercado laboral. El lifelong learning es la respuesta, ya sea a nivel empresarial -cada vez más empresas desarrollan programas de formación- como particular -tener la actitud para aprender cada día-
Hasta hace no tanto, lo que se estudiaba en las instituciones educativas era el conocimiento que sustentaba toda la vida laboral. Entre otras cosas, porque ni había tanta información ni corría tan rápido como ahora y, por lo tanto, la necesidad de actualizarse era relativa. Pero los tiempos cambian... La información se multiplica exponencialmente cada día y se renueva antes de que podamos darnos cuenta. Como decía el escritor y futurista estadounidense Alvin Tofler, "los analfabetos del siglo XXI no serán quienes no sepan leer o escribir, sino los que no sean capaces de aprender, desaprender y reaprender".
Hoy se impone un modelo que empuja a continuar aprendiendo para no perder atractivo en el mundo laboral. El lifelong learning es un nuevo paradigma educativo que, como su propio nombre indica, consiste en aprender durante toda la vida ajustando los conocimientos y habilidades a las necesidades coyunturales del mercado.
Lifelong learning significa, en una traducción rápida, “formación continua”. El concepto ha ido ganando espacio en el mercado profesional y empresarial con el conocimiento de que ya no basta con graduarse o completar un curso de postgrado.
El significado de “graduado” pierde su solidez y se vuelve mucho más fluido. La obtención de un título ya no es suficiente para adaptarse a los cambios del mercado.
Con el rapidísimo avance de las tecnologías hay que estar constantemente al día. Surgen nuevos descubrimientos, nuevos productos, se hacen reflexiones en relación con la sociedad y lo que aprendiste en el colegio y en la universidad hace años ya no es suficiente para estar al día con los cambios.
Un profesional que entiende que debe formarse constantemente va un paso por delante. Y eso es lo que supone el lifelong learning.
¿Cuáles son los pilares del lifelong learning?
Según el Lifelong Learning Council Queensland (LLCQ), el consejo que representa el concepto en todo el mundo, hay cuatro pilares fundamentales:
¿Cuál es el objetivo del lifelong learning?
Al continuar sus estudios, ya sea con cursos de larga, media o corta duración, las personas pueden seguir aprendiendo y mejorando sus cualificaciones.
Al fin y al cabo, el mercado es cada vez más exigente. Los profesionales que se basan únicamente en las habilidades técnicas (las hard skills) ya no son tan valorados como hace algún tiempo.
Hoy en día, un buen profesional es aquel que también tiene las soft skills o habilidades socio-emocionales y las denominadas habilidades del futuro, como:
Inteligencia emocional
Buena comunicación
Relación interpersonal
Empatía y tolerancia a la diversidad
Autogestión
Creatividad
Resiliencia
Pensamiento crítico
¿Cuáles son los retos para los centros educativos?
Para las instituciones educativas, adaptarse a este nuevo modelo significa reformular su oferta de enseñanza y estar al tanto de las tendencias del mercado para poder satisfacer las nuevas demandas. Además, también existe el reto de mantener una experiencia relevante para el estudiante.
¿Cuáles son las ventajas del lifelong learning?
El lifelong learning tiene ventajas para todas las partes: instituciones educativas, alumnos, profesionales de la educación.
La intención es:
Desarrollar nuevas competencias para tener cada vez más personas cualificadas.
Capacitar a los profesionales para utilizar las nuevas tecnologías.
Formar personas más creativas, innovadoras, con bagaje para desarrollar ideas en beneficio de la sociedad.
Formar profesionales flexibles, con competencias diversas, ya que tenemos un mercado dinámico y las nuevas generaciones (Y, X y Z) ya no quieren permanecer años y años en el mismo puesto de trabajo, como ocurre con los baby boomers.