De acuerdo a la UNESCO, de cada 100 niños que entran a la escuela 25 concluirán su educación básica, y solamente 3 se formarán profesionalmente, además, es importante recalcar que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Egresados 2017, solamente el 60% de los profesionistas están ejerciendo algo relacionado a su formación.
La cuarta revolución industrial está volviéndose una realidad que vivimos todos los trabajadores, se estima que para el 2022 solamente en la industria de servicios profesionales, puestos como contadores, capturistas de datos, secretarios administrativos y ejecutivos, vendedores por teléfono, conductores y encargados de las nóminas serán reemplazados por la automatización de los procesos.
Para el 2025 se prevé que disminuirán del 71% al 48% los trabajos realizados por humanos, según el Foro Económico Mundial.
La perspectiva laboral para el 2022 estima una pérdida de 75 millones de empleos que pueden verse desplazados por un cambio en la división laboral entre humanos, máquinas y algoritmos, sin embargo abre la puerta a 130 millones de puestos adaptables a nuevas habilidades y competencias emergentes.
¿Realmente estás preparando a tus alumnos para los desafíos del mañana?
Las cifras son contundentes, en la actualidad existe una gran cantidad de personas que aunque no estén necesariamente desempleadas, poseen competencias que carecen de aplicación y practicidad en sus vidas, lo que sitúa como prioridad esencial reconsiderar la manera en la que educamos a nuestros alumnos, ya que las necesidades de la generación Z no giran en torno a la oferta educativa que podemos ofrecerles.
El replanteamiento de la educación es indispensable, la formación significativa es la llave que abrirá las puertas a un futuro más brillante para la siguiente generación.
Formar significativamente se refiere no solamente a brindar conocimientos sino a moldear integralmente a los alumnos con base en la practicidad y aplicación de los aprendizajes, por ello la formación significativa es mucho más que educación.
Forma para la vida
Un profesionista tiene más oportunidades de obtener un empleo y aspirar a un mejor estilo de vida sin embargo, de acuerdo a las encuestas, a pesar de contar con carreras, 6 de cada 10 profesionistas no ejercen la carrera que estudiaron y la razón dista de ser simple, pero el acercamiento es este: formamos a los alumnos para cubrir necesidades caducas e imprácticas.
En la actualidad los planes y programas precisan formar a los alumnos con base en el desarrollo de competencias que les ayudarán a desarrollarse para el futuro, sin embargo el problema se agudiza al llegar a la educación superior y profesional, en la que los alumnos optan irse por lo tradicional y lo más sencillo.
Lamentablemente la educación no ha avanzado al mismo ritmo que la tecnología, es importante mencionar que muchas de las metodologías son del siglo XIX, nuestros docentes son del siglo XX, los alumnos del siglo XXI y los desafíos a los que nos enfrentaremos corresponden al siglo XXII; la única manera en la que podemos avanzar es cambiando nuestra mentalidad y abrirla a las posibilidades de la formación significativa, esa que parte de las necesidades reales y no de los beneficios económicos de las empresas educativas, reconocer nuestro pasado y modificar nuestro presente nos ayudará a mejorar nuestro futuro.
La respuesta a la educación del futuro no puede ser reducida a una serie de párrafos, pero su entendimiento parte la aceptación de nuestra realidad, de reconocer que el entorno en el que nos hemos desarrollado ha tenido sus aciertos pero también su contraparte, yace de comprender que estas cifras son poco confortables y que como instituciones y autoridades educativas es nuestro deber hacer algo para mejorar la realidad de los millones de niños que hoy se levantaron temprano para aprender. También es imperativo mejorar las condiciones en la que los docentes se desempeñan y sensibilizarlos sobre la importancia de la formación constante, ya que aunque muchas de las prácticas que realizan sean efectivas en el momento no resultarán de gran utilidad en el futuro, ya que las cifras y los datos no mienten, la población incrementa y el nivel de especialización en diferentes tareas es imperativo para desempeñarnos de manera positiva en sociedad.
La educación debe ser replanteada e impartida en todos los niveles, en cada contexto y de manera equitativa.
Si quieres aprender sobre cómo nuestra metodología puede ayudarte a garantizar el éxito de tus alumnos y llevar a tu colegio al siguiente nivel, envíanos un mensaje y con gusto te atenderemos.
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