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NFT: tendencia de negocio que generará nuevas oportunidades en el sector educativo

Líderes
3 Febrero 2022

NFT son las siglas en inglés de Tokens No Fungibles (Non Fungible Tokens), activos digitales certificados mediante la tecnología blockchain que son únicos, ya que no hay dos iguales y no se pueden cambiar entre sí, y que pueden ser prácticamente cualquier cosa que se pueda digitalizar: desde obras de arte, hasta memes, tuits, fotografías… El universo es enorme y sus beneficios se extienden al campo educativo, como un mecanismo para que los docentes obtengan valor por su contenido o una forma para que los estudiantes aseguren sus certificados y credenciales.


Tres letras, una sigla, se han convertido en uno de los términos que ha irrumpido con más fuerza últimamente. Se trata de NFT (Non Fungible Tokens o Tokens No Fungibles, en español), que viene a ser un certificado digital de autenticidad que mediante la tecnología blockchain, la misma que se emplea en las criptomonedas, se asocia a un único archivo digital. A partir de ahí, se ha construido una nueva forma de expresión digital que ha disparado sobre todo el mercado del arte.


Pero, ¿cuál es el funcionamiento del NFT? Una de las muchas aplicaciones de la tecnología y en concreto del blockchain es la posibilidad de crear archivos digitales, es decir, criptoactivos conocidos como tokens. Los tokens no fungibles son activos digitales o versiones que tienen la particularidad de no ser intercambiables entre sí y que pueden funcionar como prueba de autenticidad y propiedad dentro del mundo digital.


Una imagen, un video, un audio, un texto o un archivo comprimido determinado obtiene un identificador en el que se registra el nombre del autor, su valor inicial y su historial de ventas, entre otros metadatos. Este bien no fungible -no se puede duplicar, ni se consume con su uso, ni se puede reemplazar por otra cosa- ha desatado una auténtica fiebre en forma de criptoarte.


Sí, la venta de NFT es una nueva forma de ganar dinero de manera fácil en el mundo online, pero lo cierto es que son muchos los artistas, influencers, celebridades, empresas y organizaciones que se están subiendo a una ola que, en 2021, generó más de 3,000 millones de dólares.


Se puede fijar una fecha exacta en la que los NFT entraron en una nueva era. Fue el 11 de marzo del pasado año cuando el archivo JPG ‘Everydays - The First 5,000 Days’ (“Todos los Días: Los 5,000 primeros Días”), creado por el artista Beeple (Mike Winkelmann), fue vendido por 69,3 millones de dólares por la casa de subastas Christie’s de Nueva York.


A partir de entonces, las noticias sobre piezas de criptoarte se multiplicaron a lo largo y ancho del mundo. El mismo mes de marzo, un columnista de The New York Times vendió un artículo por 560,000 dólares y Jack Dorsey, cofundador de Twitter, vendió su primer tuit por 2,9 millones de dólares. Ya en abril, la protagonista del famoso meme Disater Girl se embolsó 500,000 dólares por la venta del archivo original. En mayo, Larva Labs vendió por 16,9 millones de dólares nueve cabezas Cryptopunk, criaturas digitales diseñadas en 2017 por la startup pionera en NFT. En julio, Berners-Lee ganó 4,5 millones con la venta del archivo original de la WWW, que desarrolló en 1991. Y ya en septiembre, el principal museo ruso, el Hermitage de San Petersburgo, recaudó casi medio millón de dólares al subastar NFT de obras de su colección, en concreto un Van Gogh, un Kandinsky, un Da Vinci, un Monet y un Giorgione. 


Por su parte, la NBA ha sorteado grandes jugadas de la historia del baloncesto norteamericano en paquetes de tarjetas coleccionables virtuales con precios de entre 9 y 299 dólares, creando un nuevo modelo de negocio. Y marcas como Marvel también están desarrollando sus propios archivos certificados.


Los NFT son activos digitales que básicamente son una extensión de esa misma idea. Antes conferíamos valor a bienes tangibles que podíamos tocar y ver (oro, sellos, obras de arte) y ahora lo hacemos cada vez más a bienes intangibles que sobre todo vemos, pero probablemente no podemos tocar. 


Las criptodivisas son una aproximación a ese principio, pero los NFT van un poco más allá y aplican ese concepto de reserva de valor a esos objetos más orientados al coleccionismo.


Una carta de Pokémon digital es un buen ejemplo de ese nuevo formato de sello coleccionable, y el concepto es el mismo que el que hace años se hizo famoso con aquella fiebre de los criptogatitos (criptokitties), que de hecho siguen en activo y cotizándose a precios que para muchos son absurdos. ¿Por qué un avatar digital de un gato llegó a costar 115,000 dólares? Fácil: suficiente gente creyó que su precio era efectivamente ese. No hay más.


NFT como el futuro de los negocios


Estos activos están ganando terreno y forman parte de esa nueva cultura en la que el blockchain y las criptodivisas también están absolutamente integradas. Muchos economistas y analistas opinan que los NFT son el futuro de los negocios y ya se utilizan en el comercio y las cadenas de suministro.


El multimillonario Mark Cuban, propietario del equipo de baloncesto Dallas Mavericks y absoluto creyente de este tipo de activos digitales (ha realizado inversiones en varias plataformas relacionadas con los NFT), asegura que “esta generación sabe que un contrato digital y el activo digital que representa o un criptoactivo son una mejor inversión que el tradicional activo que puedes ver, tocar o sentir”.


Potencial aplicación de las NFT en el mundo educativo


Más allá del mundo del arte y del entretenimiento, economistas y expertos en tecnología sostienen que el sector educativo ofrece un nuevo terreno para los NFT. Por ejemplo, en las certificaciones, ya que el uso de esta herramienta puede ser útil para la autenticidad de los certificados a través de un identificador insertado en las calificaciones académicas. Potencialmente, todos los certificados o diplomas podrán ser tokenizados y almacenados en una especie de billetera digital, la cual tendrá la función de historial educativo de una persona. 


Los estudiantes crean proyectos, desarrollan investigaciones, escriben ensayos, actividades que muchas veces tienen problemas con respecto al tema de los derechos de autor. Con los NFT, los estudiantes tendrán la capacidad de guardar sus proyectos de forma independiente, con la garantía de conservar la propiedad de ese proyecto. A menudo, varios inventores, creativos y genios han perdido los derechos sobre sus obras simplemente porque no tenían la posibilidad de patentarlos. 


Las instituciones educativas también podrían usar tokens para crear cursos en línea, entradas para eventos, sesiones de tutoría en línea. Además, se pueden crear tokens vinculados a becas o descuentos de matrícula


Todavía estamos al principio y las posibilidades de usar los NFT para el mundo del aprendizaje aún están sin explorar, pero será interesante ver cómo procederá la evolución del uso de tokens en el campo educativo.

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