Para que un modelo educativo sea realmente eficaz, también es importante prestar atención a los espacios que oferta el colegio, algo que los centros escolares ponen en valor cada vez más.
Si hay algo en lo que las familias se basan a la hora de elegir colegio para sus hijos es, sin duda, en el modelo educativo. Para que un modelo educativo sea realmente eficaz, también es fundamental prestar atención a los espacios que el centro escolar oferta, algo que los colegios ponen en valor cada vez más, apostando por reformas que consigan adaptar sus aulas, pasillos y estancias para que el concepto global acabe siendo un resultado de éxito.
Desde el punto de vista de los profesionales, además de buscar la vanguardia de manera constante en la educación y el día a día en clase, también se debe hacer en las instalaciones donde la misma se va a desarrollar.
“A menudo hablamos de los nuevos cambios que estamos viviendo en temas de educación. Nuevas metodologías, formas de trabajar y de enseñar, de adaptarnos a las exigencias de la sociedad actual y pensar en el futuro. Desde la estimulación temprana, inteligencias múltiples, aprendizaje y trabajo cooperativo, hasta el aprendizaje basado en proyectos. Pero, ¿en qué afectan estos cambios al espacio físico?”, plantea el estudio Espacios Maestros. Para este equipo de arquitectos de espacios educativos, “el aula es un elemento más de la actividad docente que pide que sea repensado, reestructurado y organizado adecuadamente para adaptarnos a las nuevas exigencias metodológicas y tecnológicas”.
Sin duda, el aula constituye un valioso instrumento para el aprendizaje y es un elemento a tener en cuenta en el desarrollo y la gestión de la actividad didáctica. Los puntos que Espacios Maestros considera más importantes son:
Un lugar acogedor y agradable. El aula debe ser un lugar en el que los alumnos se sientan bien y estén a gusto.
Funcional. El docente debe poder desarrollar su actividad y sus programas con el material necesario y en un entorno y mobiliario adecuados.
Versátil. Esto se consigue, por ejemplo, con paredes móviles, cubículos separados o células de vidrio. Las gradas son otro elemento bastante recurrente.
Con personalidad propia. Debe hacerse y decorarse al gusto de sus usuarios. Los alumnos deben hacer del espacio, “su espacio”.
Estimulante y dinámico. En este punto, el mobiliario es otro aspecto fundamental, pues si está bien elegido, ayuda a organizar y dar dinamismo al aula.
Conectado. Para ello hace falta una buena infraestructura de comunicación y plataformas de gestión y colaboración.
Mobiliario adaptado. El mobiliario debe ser elegido adecuadamente para la edad y las actividades propias de cada grado. No solo por cuestiones de salud (posición de la espalda, comodidad del asiento…), sino para que sea versátil y nos permita adaptarnos a cada actividad.
Bien iluminado. Hay que maximizar la entrada de luz solar y poner especial cuidado para que la luz artificial nos ayude a ver bien, concentrarnos y estar alegres.
Tecnológico. Las pizarras digitales, los proyectores y las plataformas educativas son ya habituales en las aulas. Las instituciones académicas y muchas de las grandes compañías privadas impulsan la carrera tecnológica dentro del aula y ofrecen soluciones innovadoras. Además, cada vez más colegios incluyen asignaturas como programación, robótica o impresión 3D en su programa educativo.