5 octubre 2021

¿Puede mi hijo aprender bien de manera virtual? Esta es una de las muchas preocupaciones en mente en las familias desde que la pandemia cambió la forma de enseñanza-aprendizaje.

De acuerdo con los resultados de un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 58% de los estudiantes consultados aseguró que estaba aprendiendo menos con las iniciativas de enseñanza virtual, que se intensificaron en tiempos de coronavirus.

Como todo, tiene su parte positiva y negativa, y dependiendo de la edad del alumno, de las necesidades individuales y de la situación familiar, hay padres que observan grandes beneficios en realizar las clases de manera online, mientras que a otros les genera dudas o ven dificultades. Pero dejando de lado las predilecciones de cada quien, la conclusión es que la enseñanza virtual puede tener la misma calidad que la presencial. 

Independientemente del modelo de aprendizaje adoptado por el colegio (presencial, semipresencial, virtual, híbrido), se han demostrado diferentes beneficios del trabajo online para los alumnos, como entrenamiento de la autonomía, fortalecimiento de la responsabilidad, hábito de trabajo y establecimiento de rutinas, por mencionar solo algunos.

Para muchos estudiantes, seguir las clases de forma virtual supone un aliciente e, incluso, en los casos de alumnos con hiperactividad se ha observado un mayor beneficio de las sesiones por videollamada.

Los sistemas educativos de todo el mundo han sufrido grandes modificaciones propiciados por la revolución tecnológica. Contar con estrategias de enseñanza definidas y el uso de la tecnología son dos grandes aliados en las aulas, al permitir a nuestros hijos tener muchas más posibilidades de acceso a fuentes de conocimiento, con una mentalidad más universal y menos localista, protagonistas indiscutibles de su aprendizaje, haciendo que la educación virtual represente una opción de calidad frente a la presencial.

Hoy en día, las familias no son como las que conocíamos antaño. El modelo tradicional ha sufrido numerosas transformaciones, que traen aparejados cambios radicales en la forma de relacionarnos los padres con los colegios. En la actualidad, la mayoría de las familias están acostumbradas al entorno digital y las nuevas tecnologías, permitiéndonos, en nuestra calidad de padres, involucrarnos en la educación de nuestros hijos, participar activamente en la misma y facilitar el acercamiento familia-centro educativo.

Volviendo a la pregunta en el caso de la educación presencial y virtual de si una es mejor que otra, la respuesta es contundente: en absoluto. En esta cuestión no hay vencedores ni vencidos. Solo son dos formas de aprender diferentes, donde lo que cuenta es el uso de estrategias de enseñanza definidas y tecnologías aplicadas a los proyectos de educación.

Happy to learn.