La adaptación total a los medios digitales tomó por sorpresa no solo a los estudiantes y padres/madres de familia, sino también a todo el cuerpo de docentes, que se dedicaron a la ardua tarea de modificar la recta final del plan de estudios y culminar de la mejor manera el periodo. En algunos niveles este cambio no fue tan notorio (grados superiores), ya que actualmente se manejan la mayoría de las materias teóricas por medio de plataformas en línea. El más afectado fue el sector de educación básica, como lo son preescolar, primaria y secundaria, que no contaban, en algunos casos, con las habilidades y equipo necesario para utilizar dichas herramientas.

Si eres padre o madre te habrás dado cuenta del cambio tan radical que esta situación representó en la rutina habitual, ya que al no presentarse a la escuela, el estudiante se priva de muchas de las actividades que el docente facilita por medio de la interacción directa. También se debe considerar la edad de los niños o jóvenes, ya que tienen distintas necesidades que pueden ser complicadas de llenar estando en casa.

Para poder analizar correctamente las repercusiones de esta nueva modalidad de estudios, debemos abordar cada nivel escolar individualmente, ya que los rangos de edad hacen que la percepción del aprendizaje sea diferente.

Preparatoria

Siendo el nivel previo a la universidad, la carga y la dificultad del trabajo es mucho más exigente, además de concentrar una gran variedad de materias, cada una con sus propios criterios, métodos y conocimientos específicos. Al pasar este plan de estudios a la modalidad virtual se observa un desbalance entre la cantidad de información que se proporciona en relación a la que el alumno logra asimilar desde casa. Una de las diferencias más notorias entre ambas modalidades es que al no tener contacto directo con los docentes, muchas dudas y malas interpretaciones pueden quedar a la deriva, lo que puede provocar una acumulación de estrés.

Es importante destinar un área de la casa para que sea su “oficina”. Este sentimiento de tener un área específica para trabajar puede emular en parte la sensación que se crea en el salón de clase, creando una respuesta psicológica que aumenta la concentración. Este debe ser cómodo, con una iluminación correcta y con poco ruido (preferentemente).

Una alternativa para ayudar a sobrellevar este periodo es tener una correcta organización; de manera tradicional se utilizaban cuadernos de notas o fichas para guardar y repasar conceptos, trabajos, fechas importantes, etc. Actualmente, existen diversos organizadores en línea y aplicaciones que permiten tener un mayor control sobre los trabajos a realizar.

Probablemente esta etapa sea la más complicada de lidiar, considerando que es la culminación de su adolescencia para convertirse en adultos jóvenes. Estando en casa se les debe dar su espacio, respetando sus horarios de clase y de estudios, pero a la vez ser insistentes en el cuidado de sus resultados y su salud.

Universidad

Considerado el primer grado de estudio superior, a partir de los 18 años, es el filtro que determina si un alumno logrará terminar una carrera profesional. Lamentablemente, la cantidad de jóvenes que ingresan a la universidad y los que terminan sus estudios es abismal: solo el 18% aprox. de los mexicanos entre los 25 a 64 años cuentan con título universitario (periódico Proceso, 2020).

Implementar una modalidad virtual a esta altura no afecta en gran medida a los estudiantes, ya que incluso algunas universidades ya contaban con esta opción para todos aquellos alumnos que trabajan o tienen alguna otra ocupación. Lo que sí tuvo que adaptarse fueron los planes de estudio de carreras que requieren trabajo práctico, disminuyendo en muchos casos el interés de sus participantes, llevándolos al abandono de su carrera.

Más que alternativas o trucos para sobrellevar este nivel, lo mejor que se puede hacer es brindar todo el apoyo posible. Será un periodo complicado, no solo por el grado de conocimientos que demanda, sino por las situaciones personales que pueda atravesar el joven adulto, ya sea que viva por su cuenta o con sus padres, nunca es mal momento para platicar como van las cosas.

Es evidente que las clases en línea y el uso total de plataformas digitales puede llegar a ser problemático, pero es precisamente por ello que podemos aprender y adaptarnos para llegar cada vez más lejos. Como padre o madre se busca que los hijos logren sus propósitos y metas, pero todo comienza desde los más pequeños detalles: estudia con ellos, ayúdalos en lo que puedas y sobre todo, motívalos a seguir aprendiendo.

Si buscas recursos digitales para apoyar a tus hijos por este cambio de modalidad, te invito a revisar la plataforma Aluzo, en donde encontrarás contenido educativo adaptado a las modalidades presencial, híbrida o remota por los especialistas de Amco.

Por Alvaro Ricardo Medina Montoya | Lic. en Diseño Gráfico
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