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Las fiestas decembrinas y de fin de año están a la vuelta de la esquina y muchas familias comienzan con los preparativos. Y una de las cuestiones que solemos plantearnos es qué regalos comprar para nuestros hijos.
En esta época del año el consumismo toma impulso y la publicidad nos invade incitándonos a comprar. Las niñas, los niños y los adolescentes tampoco escapan a este bombardeo.
Los anuncios de juguetes ocupan gran parte de los tiempos publicitarios en televisión. No paran de llegarnos catálogos de juguetes de distintas tiendas y las luces en las calles les anuncian que se acerca la época de las vacaciones de invierno, las reuniones familiares y de los regalos.
Si para las personas adultas puede ser complicado contener el impulso de comprar, para nuestros hijos también es más que probable que sea difícil contenerse a la hora de pedir.
Una buena idea puede ser sentarnos juntos a escribir la carta de solicitud de obsequios. De esta manera podemos orientar y fomentar la reflexión. Es lógico que un niño quiera pedir 50 juguetes.
Cada familia decidirá según sus posibilidades y su propio criterio cuántos regalos tendrá cada niño o niña, pero es recomendable ayudarles a seleccionar y poner en la carta una cantidad de obsequios razonable y realista. Nosotros conocemos a nuestros hijos y a nuestras hijas. Sabemos si eso que están pidiendo es algo que les gusta realmente o se están dejando llevar por una moda.
Podemos intuir si es un juguete con el que se entretendrán mucho o que apenas usarán el día en que abran el paquete. Podemos animarles a hacer este tipo de reflexiones para que puedan escribir la carta de manera consciente y reflexiva sin dejarse llevar por ese consumismo impuesto.
A la pregunta de cuántos regalos debe recibir un niño en estas fiestas, la respuesta es que no hay un número correcto. Cada familia decidirá y hará su elección según sus propios criterios. Lo que sí es cierto es que si queremos huir del consumismo del que hablábamos, debemos intentar evitar sobre-regalar a los niños y niñas.
Hay una regla que hace tiempo circula en internet. Según la regla de los cuatro regalos, este sería el número adecuado de obsequios para una niña o niño en esta época. Pero, además de recomendarnos un número concreto, nos da unas pautas sobre la naturaleza que deben tener estos cuatro regalos:
Algo para llevar puesto: ropa, zapatos, complementos...
Algo para leer: libros en general, cuentos, álbumes ilustrados, cómics…
Algo que deseen: algo que realmente tengan muchas ganas de tener.
Algo que necesiten: una mochila para el colegio, un juego de pinceles para sus clases de arte...
Aunque no vayamos a acogernos estrictamente a esta regla, está bien tenerla en cuenta para diversificar la naturaleza de los regalos y no elegir solo juguetes. Podemos introducir esta regla cuando nos sentemos a escribir la carta en familia y animar a nuestros hijos a pensar en qué cosas necesitan, cuáles desean con mucha ilusión, etc.
Por otro lado, los regalos infantiles educativos se convierten en la mejor opción para que los más pequeños de la casa aprendan a la vez que se divierten.
En la actualidad hay una gran variedad de juguetes para todas las edades para estimular el desarrollo cognitivo, la creatividad, el aprendizaje de idiomas o la conciencia espacial, entre otros aspectos imprescindibles en el desarrollo de la personalidad.
Gracias a este tipo de regalos infantiles educativos ayudamos a nuestros hijos a mejorar sus procesos de aprendizaje a través de la gamificación. Lo que para ellos es un simple juego, está ayudándoles a convertirse en adultos plenamente funcionales.
Uno de los trucos de acertar con los regalos es centrarse en aquellos aspectos que requieren un mayor esfuerzo, según el caso concreto de cada niño.
Por supuesto, tampoco podemos dejar de lado sus gustos.
A continuación hemos seleccionado algunos regalos infantiles ideales para estas fiestas por su carácter educativo.
Instrumentos musicales, para que los reyes de la casa mejoren su sensibilidad a la música, trabajen la creatividad, la coordinación de manos y ojos, y el desarrollo de sus intereses.
Bloques de construcción. Sin duda, un clásico de los regalos de estas fechas desde que tenemos memoria. Este conjunto de piezas permite crear verdaderos mundos por nuestros hijos de todas las edades, permitiéndoles desarrollar su creatividad e imaginación.
Pizarras y ábacos. Con estos juegos, los niños juegan libremente y van aprendiendo a su propio ritmo, desarrollan la coordinación mano-ojo, aprenden los colores, los números y las primeras operaciones matemáticas.
Tabletas de dibujo pizarra 3D con luces LED. Si buscamos un regalo educativo más moderno, esta es una opción muy interesante. Se trata de una tableta en la que se pueden dibujar diferentes láminas que ya vienen incluidas y que gracias a las luces LED se pueden ver en diferentes colores.
Puzzles infantiles. Los puzzles también cuentan con grandes beneficios educativos. Recomendados para trabajar la fijación de la atención, también facilitan el desarrollo de la psicomotricidad y la curiosidad en los más pequeños.
Laboratorio de química. En este caso, es un regalo educativo ideal para niños interesados en las ciencias, pudiendo hacer sus propios experimentos en casa.
Juegos de memoria. Una de las ventajas de estos juegos es que siguen siendo válidos durante toda la infancia e incluso en la vida adulta.
Juegos de preguntas y respuestas. Un ejemplo de estos juegos y que nunca pasan de moda es el clásico ¿Quién soy?, en el que a cada jugador le corresponde una tarjeta que puede ser una persona, un animal o un objeto y debe descubrirlo haciendo preguntas de sí o no a las otras personas que participen. Sin límite de edad, permite trabajar en la lógica, la paciencia y el desarrollo de las habilidades comunicativas.
Gracias al juego, nuestros hijos podrán desarrollar las estrategias lógicas para solucionar problemas, siendo unas habilidades que les vendrán muy bien en su día a día.
No obstante, lo más importante y valioso que podemos obsequiarles es nuestro tiempo, nuestra conexión y nuestro amor.
