Según un estudio de Google, el 68% de los padres de Latinoamérica se siente más cómodo con sus hijos utilizando sus dispositivos para uso educativo que antes de la pandemia, mientras que un 70% está confiado de que los niños están bien informados sobre problemas relacionados con la seguridad en línea.
Cuando estalló la pandemia, nadie estaba preparado para trasladar años de experiencia de las instituciones educativas a la sala de la casa. Tampoco para convertir a los padres en experimentados profesores ni para reemplazar el recreo, los juegos y las risas de sus hijos por una clase virtual u horas y horas de uso de pantallas. La transición obligada de las clases presenciales a la virtualidad absoluta y los distintos confinamientos hizo que los niños y adolescentes estuvieran más tiempo conectados a internet.
Más de dos años y medio después, las madres y los padres tienen cada vez mayor confianza y conocimiento sobre la seguridad en línea de sus hijos. Así se desprende de los resultados de un estudio realizado por Google para entender el cambio en las costumbres que atravesaron las familias de Latinoamérica, como resultado de las políticas de aislamiento.
Específicamente, se analizó la experiencia de 500 padres de familia de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, México y México frente a la educación virtual de sus hijos y el contacto con dispositivos conectados a internet, y se encontró que dos años después del inicio de la pandemia, sus preocupaciones cambiaron a medida que surgieron nuevas plataformas y tecnologías, y los niños y las niñas se adaptaron a la nueva normalidad.
Antes de la pandemia, los padres temían que los menores navegaran en internet como consecuencia de las diversas inseguridades que podrían encontrar, sin embargo, al verse obligados por las nuevas prácticas tecnológicas tuvieron que dejarlos pasar más tiempo frente a dispositivos tecnológicos.
Y aunque en algunas regiones los alumnos han regresado a clases presenciales, el 68% de los padres y tutores legales de Latinoamérica se siente más cómodo con el uso educativo de gadgets que antes de la pandemia, al considerar que tienen los conocimientos necesarios sobre la seguridad en línea.
“Como una empresa que busca conectar la información adecuada con los usuarios, Google ha estado trabajando en desarrollar herramientas robustas que permitan una navegación segura en internet, manteniendo la privacidad y la seguridad como pilares”, asegura Adriana Noreña, vicepresidenta de Google para Hispanoamérica.
En el estudio se demuestra también que muchos padres han cambiado las reglas sobre el uso social de internet para una mayor protección de los menores.
Niños, niñas y adolescentes han aprovechado internet para poder aprender y vincularse con sus amigos durante el aislamiento que trajo la pandemia. No obstante, este mayor acceso implicó también riesgos en los espacios digitales. Uno de los que genera mayor preocupación entre los padres, de acuerdo con el estudio de Google, es que los niños o adolescentes sean víctimas de grooming o ciberacoso sexual por parte de adultos a menores a través de redes sociales, correo electrónico, chat en juegos en línea o cualquier otro medio.
Las siguientes preocupaciones de las madres y los padres consultados son contenido inapropiado que sus hijos pueden encontrar en línea, la privacidad y la seguridad, el ciberbullying, la capacidad de razonamiento para entender qué es real y qué puede llegar a ser falso, la posibilidad de compartir información personal y la puesta en práctica de distintos hábitos digitales saludables.
“En pos de mitigar dichos riesgos se reveló que, al menos una vez, gran parte de los padres ha visitado el Centro de Seguridad de Google, el cual hoy actualizamos con más contenido”, señala Noreña y recuerda que “herramientas como Safesearch nos ayudan a filtrar cualquier tipo de contenido explícito, evitando el riesgo de que nuestros hijos e hijas se encuentren con resultados no deseados. También es posible gestionar una cuenta familiar de Google, en la que se puede bloquear el acceso a sitios web que pueden significar un riesgo, y en plataformas como YouTube existen herramientas de control parental en las que se puede filtrar contenido violento no apto”.
El buen uso de herramientas y una constante conversación y comunicación son fundamentales para no solo mantener seguros a nuestros hijos, sino para brindarles la mejor experiencia en línea. “Desde Google -afirma su vicepresidenta para Hispanoamérica- estamos firmemente comprometidos con el objetivo de hacer de internet un espacio cada vez más respetuoso y seguro para todas las personas. La privacidad y seguridad son prioridades diarias para nosotros”.
Datos relevantes
Latinoamérica
68% de los padres se siente más cómodo con su hijo o hija utilizando su dispositivo para uso educativo que antes de la pandemia.
70% de los padres se siente más confiado de que los niños y niñas están bien informados e informadas sobre los problemas relacionados con la seguridad en línea.
75% de los padres cree tener el conocimiento necesario sobre seguridad en línea.
82% de los padres aseguró haber tenido una conversación con sus hijos sobre la seguridad en línea.
25% de los padres está menos cómodo en el uso social de internet
21% en el caso de juegos.
El estudio muestra que los padres se resisten a dejar a sus hijos utilizar internet como uso social y muchos han cambiado las reglas del hogar en cuanto al tiempo que pasan los chicos y las chicas en línea, cuya mayoría utilizan internet entre tres y seis horas, con el fin de permitirles interactuar con sus amigos y familia.
95% monitoriza la actividad de su hijo o hija en línea y el tiempo que pasa en cada dispositivo.
19,3% de los padres de los países encuestados señala el grooming como su mayor preocupación.