La inflación, la recesión y la crisis que parece que se avecina puede tenerte preocupado por tus finanzas y no es para menos. Son temas que afectan mucho a nuestra economía familiar. Entender su significado y las consecuencias ayuda a establecer objetivos financieros claros para tomar decisiones y medidas de ahorro que beneficien a todo el núcleo familiar, por lo que pueda pasar en los próximos meses
El consenso general entre los economistas es que es probable que en algún momento de 2023 se produzca una recesión económica, definida como dos trimestres sucesivos de crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB) de un país. Se trata, esencialmente, de un periodo en el que el crecimiento económico cae de forma significativa y las tasas de desempleo aumentan.
No siempre hay un acuerdo total sobre si una economía está en recesión, pero la actual crisis del costo de la vida hace que muchos se pregunten cuándo comenzará la próxima. Esta expectativa se debe, en gran medida, a las subidas de tipos de interés que los bancos centrales de todo el mundo han acometido para combatir la inflación (la tasa de crecimiento de los precios que pagamos por los bienes y servicios).
Si eres una de esas personas que está preocupada por este tema, te diremos que no eres la única. Si bien los expertos se apresuran a señalar que las recesiones son una parte normal del ciclo económico, todos aseguran que debemos estar preparados cuando ocurra una.
Frente a este panorama, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha compartido un plan familiar para enfrentar la inflación o una recesión. Toma nota de estas acciones, platícalas con tus seres queridos para que se involucren y las lleven a cabo en equipo.
1. Elabora un presupuesto familiar con el detalle de ingresos y gastos. Esto permitirá priorizar cuáles son los gastos necesarios y cuáles pueden dejarse para después o suprimirse definitivamente. Antes de comprar algo, considera de manera objetiva si es muy necesario adquirirlo.
2. No tomes una decisión de compra hasta que hayas comparado precios y calidad. En tu comparativo, siempre considera plataformas de comercio electrónico confiables, en ocasiones suelen tener una amplia gama de productos y marcas, y con frecuencia son más económicas. Por supuesto, cuida todas las medidas de seguridad para la protección de tu información personal y asegúrate de gastar solo lo indispensable.
3. Elabora una lista de productos necesarios. Esto te ayudará a gastar solo lo indispensable y a no “echar al carrito” indiscriminadamente lo que se te antoja.
4. Da oportunidad a las marcas más económicas que garanticen una buena calidad, aunque no sean las que acostumbras o tus favoritas. Una excelente opción son las llamadas marcas “libres” o “blancas”, una línea de productos genéricos que el supermercado vende bajo su nombre con muy buen nivel de calidad, ya que son productos que el comercio encarga a uno de los propios proveedores de las marcas que vende.
5. Ten cuidado con algunas ofertas. El llamado 2x1 es un anzuelo que con frecuencia hace a las personas comprar cosas que no necesitan. Quizá otros comercios puedan tener mejores precios sin ofrecer descuentos. Compara el precio unitario antes de comprar. También sé precavido con los meses sin intereses. Si bien esta es una excelente opción para pagar poco a poco alguna compra, no adquieras muchos productos/servicios bajo este esquema o, de lo contrario, acabarás con una deuda mensual altísima.
6. Haz un análisis detallado de gastos prescindibles, pequeños y recurrentes, también llamados “gastos hormiga”. Recorta algunos para poder generar un pequeño ahorro. Si bien su costo independiente pareciera poco, varios de ellos en conjunto sí pueden constituir un monto significativo.
7. Anticípate a la compra de bienes o productos que una familia necesitará en un futuro próximo. También puedes comprar una cantidad menor a la que generalmente acostumbras mientras la economía se recupera.
8. Posterga gastos no indispensables mientras el entorno inflacionario permanece.
9. En lugar de dejar tus recursos en una cuenta de depósito, busca invertir en instrumentos como Cetes, su plataforma gratuita en internet permite a cualquier persona invertir desde 100 pesos en valores gubernamentales de bajo riesgo, con un buen rendimiento y sin la intermediación de la banca, casas de bolsa u otras instituciones. Además, puedes disponer de tu dinero en el momento que lo desees.
10. En la medida de lo posible, diversifica tus fuentes de ingreso para que no dependas de una sola que te haga estar en problemas si llegar a faltar.