En Latinoamérica, cada año suman 3.6 millones de personas con sobrepeso, de los cuales más de la mitad son niños menores de 12 años, según el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Por su parte, España ocupa el quinto lugar en obesidad infantil de Europa con un total de 32,1% de obesos menores de 12 años, según la Revista Jama Pediatrics. Si se mantienen las tendencias actuales, el número de niños con sobrepeso aumentará a 70 millones para el 2025. Las principales causas son la falta de motivación para realizar actividad física así como la ingesta descontrolada de alimentos procesados con alto contenido calórico.
La obesidad es un problema grave que no solamente amenaza la salud sino que también puede afectar el rendimiento escolar como lo demostró un estudio realizado por investigadores de la BUAP, King’s College. Esto se debe a que las enfermedades hepáticas causadas por el sobrepeso propician una alta concentración de grasa ectópica, causando neuroinflamación, provocando deficiencias en los procesos de aprendizaje, de la memoria y de diferentes funciones ejecutivas. Es por ello que te hemos traído 5 tips para prevenir y combatir la obesidad infantil:
Prevé desde la lactancia
Los primeros años son muy importantes en la formación de un sistema digestivo sano y estable, la OMS, señala que es fundamental el inicio de la lactancia durante la primera hora de vida, para evitar trastornos alimenticios, así como la lactancia exclusivamente materna durante los primeros meses y el uso de alimentos sólidos hasta después de este periodo, alternando la leche materna hasta los 2 años o más.
Limita la ingesta de grasas y azúcares
Las grasas y el azúcar refinado no solamente han demostrado ser altamente nocivos y propiciar el sobrepeso, su estímulo adictivo se ha comparado con el alcohol y otras drogas generando una fuerte dependencia en niños y adultos. Diversos estudios han demostrado también la manera en que estos productos procesados afectan el desarrollo del cerebro en niños menores de 3 años, por lo cual te sugerimos reducir al mínimo el uso de estos ingredientes en tu dieta y la de tus hijos e informarlos sobre la gravedad de consumir estos productos con regularidad.
Promueve la actividad física
El ejercicio es una cuestión cultural que debe enseñarse desde el hogar y a temprana edad. En Japón, los niños pequeños caminan todas las mañanas en grupos hacia la escuela y antes de comenzar sus clases realizan una rutina de ejercicio. Parte de tu deber como padre de familia es motivar a tus niños a realizar actividades físicas que favorezcan su sano desarrollo físico y mental. Inscríbelos en algún tipo de disciplina que ellos prefieran y al mismo tiempo que mejorarán su salud, aprenderán valores como la constancia y la superación.
Pon el ejemplo
Es necesario cambiar nuestros propios hábitos para tener niños más sanos. De nada sirve dar sermones si no enseñamos cuáles costumbres son las apropiadas, como padres de familia debemos ser modelo a seguir, tanto en la alimentación como en la actividad física. Evita consumir alimentos chatarra delante de tus pequeños y retira los refrescos definitivamente de tu dieta. Por su parte, hacer ejercicio en familia es una actividad que promueve la integración y previene las enfermedades, velo como una inversión a futuro.
Comparte la mesa
Algunos estudios indican que los niños que comen acompañados de sus padres son más propensos a consumir alimentos más sanos. Es importante que compartas la mesa con tus hijos por lo menos una vez al día, tanto para controlar su alimentación como para hacer de la comida un momento agradable, en donde puedas fortalecer los lazos comunicativos para atender las necesidades de cada miembro de la familia.
Esperamos que estos consejos te sirvan para formar niños más felices y sanos que desarrollen sus capacidades al máximo.
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