¿Sientes que tu hijo se distrae con facilidad? ¿Su profesor te ha contado que en clase no se concentra? La falta de atención puede afectar a su rendimiento escolar y, en general, a su aprendizaje, siendo fundamental trabajar junto a los docentes para establecer estrategias y hábitos que sirvan para atajar este comportamiento y evitar que vaya a más
“Mi hijo se distrae en clase”: esta es la premisa con la que muchos padres llegan a la consulta de los especialistas, asegura la psicóloga infanto-juvenil Laura Ruiz. Y es que parece que a medida que avanza el tiempo, también lo hace la facilidad con la que se distraen nuestros niños.
“Es completamente normal que los niños se distraigan y sueñen despiertos algunas veces. Pero cuando eso sucede de manera frecuente e incluso llega a afectar su rendimiento en el colegio, es momento de buscar ayuda profesional”, explica Ruiz.
No existe una única razón para explicar por qué tu hijo o tu hija se distrae estando en clases, pero los especialistas recomiendan tener en cuenta algunas de estas consideraciones:
Problemas visuales
Descarta la posibilidad de que a tu hijo se le dificulte poder ver el pizarrón. Puede ser que no se trate de un problema de falta de interés o de una patología de trasfondo.
Para algunos niños resulta difícil saber que tienen problemas visuales, al no tener un punto de comparación (con cómo ven los demás), por lo que es poco probable que lo noten.
“Es importante estar atentos a cómo enfocan su mirada. Hay que prestar atención a sus ojos cuando están haciendo las tareas: ¿frunce mucho el ceño? ¿Entrecierra sus ojos? ¿Se acerca mucho al cuaderno? Si las respuestas son afirmativas hay que buscar la ayuda de un especialista”, dice la psicóloga.
Problemas de audición
Al igual que con los problemas visuales, las dificultades auditivas pueden influir en la capacidad de prestar atención de tu hijo.
La hipoacusia se relaciona con un bajo índice académico y muchos docentes reportan que los niños se distraen mucho en clases, antes de tener un diagnóstico.
“Si tu hijo no escucha bien lo que se habla en clases, ¿cómo podría estar interesado? Esta razón es menos frecuente que los problemas visuales, pero es importante que los padres la tengamos en consideración”, menciona Laura Ruiz.
No entiende a los profesores
La razón de que tu hijo se distraiga en clases se puede deber a que no entiende a los profesores. Es posible que expliquen temas que no comprende o que el material que se está presentando no le ayude a entender y esto hace que pierda el interés y se distraiga.
Es preciso tener en cuenta que el trabajo del docente es muy complejo y que en ocasiones puede ser un verdadero reto.
Por eso, antes de pensar en un reclamo con los profesores, convérsalo con ellos, explícales tus inquietudes y juntos busquen nuevas estrategias que puedan resultar interesantes a los niños.
Es importante puntualizar aquí que, en algunos casos, será preciso realizar una evaluación neuropsicológica para valorar las habilidades cognitivas (inteligencia) de tu hijo. Es decir, poder valorar si tiene algún tipo de dificultad o si por el contrario, presenta altas capacidades y por ello se aburre.
Se aburre y/o presenta altas capacidades
De acuerdo con Ruiz, una de las razones más comunes por la que los niños se distraen en clases es por aburrimiento, a veces debido a altas capacidades. Puede que el tema que están presentando no sea de su interés o incluso que ya lo conozca y, al no resultarle interesante, le será muy fácil distraerse y perder la concentración en clase.
Además, el uso de estrategias en clase que no le resultan atractivas puede hacer que se distraiga.
¿Cómo podemos ayudarle?
Como padres y madres, hay algunas cosas que podemos hacer desde casa para ayudar a que nuestros hijos e hijas mantengan su atención durante más tiempo.
Asegúrate de que tu hijo descansa y duerme bien. Esto implica prestar atención no solo a las horas de sueño, sino también a su calidad. Que cuente con un espacio cómodo para su descanso y que su rutina de sueño sea ininterrumpida.
Crea un ambiente agradable para tu hijo. Si se le dificulta concentrarse, procura que los espacios en los que descansa y realiza las actividades escolares sean lo más neutrales posible, sin una gran cantidad de estímulos que lo puedan distraer. El orden será tu mejor aliado.
La rutina es la clave. Crear rutinas simples pero constantes ayudará a que tu hijo cree hábitos.
De lo simple a lo complejo. Cuando tu hijo tiene muchas tareas procura comenzar por las más sencillas y luego subir el nivel de complejidad. Si comienzan por las tareas más complicadas, seguramente se cansará pronto y perderá el interés, lo que hará que se distraiga con más facilidad.
Limita el uso de tecnología. Limita y supervisa el tiempo en el que tu hijo hace uso de equipos tecnológicos (tabletas, celulares, computadoras, etc.).
Finalmente, es importante hablar con los docentes para intentar identificar con ellos las causas de la distracción en clase de tu hijo. Y, sobre todo, para proponer estrategias conjuntas a la hora de afrontar esta situación y descubrir qué elementos pueden modificarse desde el aula y también desde casa con el fin de favorecer la atención del niño o adolescente.