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Periodo de adaptación en el regreso a clases: cómo hacerlo más llevadero

Padres de familia
30 Agosto 2022

Las vacaciones de verano son increíbles y el regreso a clases, como cada año, supone todo un reto para los niños, más si es la primera vez que van al colegio. Y es que retomar la rutina escolar puede resultar más sencillo de decir que de hacer. Así pues, tanto el personal docente como los padres debemos ser conscientes de lo importante que es acompañar a los niños en el proceso de adaptación en el regreso a clases para conseguir hacer efectiva la motivación y que ellos sean realmente felices  


El comienzo del ciclo escolar siempre está cargado de emociones. Por un lado, se presenta un curso nuevo, lleno de retos y amigos con los que jugar; por otra parte, esto también conlleva más responsabilidades, levantarse temprano, hacer la tarea, estar al pendiente del aprendizaje…


Tanto para los niños como para los padres y, por supuesto para los docentes, cada nueva etapa escolar se convierte en una oportunidad para crecer, desarrollarse y aprender. Por eso es importante empezar el ciclo escolar con positividad y motivación.


No obstante, al igual que a los adultos les cuesta adaptarse a la rutina después de unas vacaciones, los niños y adolescentes pueden tener problemas para recuperar el ritmo habitual de horarios, alimentación, actividades e incluso sentir ansiedad y una ligera tristeza por el periodo de descanso que terminó. Pero los padres podemos ayudar a los niños a afrontar este síndrome postvacacional de la mejor manera posible, conseguir ilusionar a tu hijo y que esté mejor preparado para los primeros días de regreso al colegio.


1. Tómatelo con calma. Sí, es bueno establecer objetivos con el inicio del ciclo escolar, pero recuerda que la primera semana de colegio es un periodo de adaptación y tendremos que ser comprensivos con sus necesidades y sus ritmos, que se han tenido que modificar con la vuelta a clases. “Está bien que les hagamos mención que tienen que esforzarse y organizarse bien, pero sin establecer todavía objetivos detallados ni por supuesto exigir de momento que los cumplan”, expresa la psicóloga Ana Herrero.


2. Durante los primeros días, con el inicio de las clases, se recomienda que al salir del colegio dediques a tus hijos un tiempo de juego en casa, dar un paseo, pasar un rato en el parque… Otra opción es dividir la tarde en tareas y actividades de verano: se puede seguir yendo a la piscina los primeros días o a la playa después de las clases para que el cambio sea progresivo hasta incorporarse a la rutina de nuevo. Este tiempo, además, le dará pie a que te cuente cómo le ha ido el día.

3. Una de las claves en el proceso de adaptación, de acuerdo con los especialistas, es ser realistas y evitar las frases que causan temor: “Tercero de primaria es un curso muy difícil”, “Como no te pongas las pilas te va a costar mucho”. En su lugar, hazle ver a tu hijo las cosas buenas que le están esperando, así como todos los motivos que tiene para ir a clase: aprender, conocer, investigar, relacionarse, hacer amigos… Recuérdale todos los buenos momentos que se viven en el colegio y que ahora volverá a experimentar con el regreso a clases.


4. Mantener una actitud positiva también es fundamental: hay que evitar dar importancia a las quejas sobre la vuelta al colegio. El síndrome postvacacional no es una enfermedad, suele durar de dos días a una semana y afrontarlo con positividad es una de las mejores opciones.


Es normal que la mayoría de los niños y jóvenes no quieran regresar al colegio. Supone un reto, un esfuerzo y, como suele pasar a los mayores, de vacaciones se está mejor. Lo cierto es que suelen tener una gran capacidad de adaptación, es decir, esas quejas y lamentos deben caer en el olvido en las primeras semanas, pero, de no ser así, es necesario plantearse si en verdad hay algo más. 


¿Cuáles son las señales que indican que un niño tiene problemas de adaptación?

  • El alumno se ve poco integrado con sus compañeros, se aleja de los demás, no juega igual, en ocasiones es ignorado por sus iguales. Esto no cambia tras el proceso de adaptación.

  • El niño dice a diario que no quiere ir al colegio.

  • Se muestra frustrado, irritable cuando se termina el fin de semana y al día siguiente hay colegio. El proceso de adaptación no tiene un buen resultado.

  • Tiene regresiones: se vuelve a orinar en la cama, tiene pesadillas por la noche, necesita que duermas con él cuando ya lo hacía solo, etc.


En este tipo de casos, se debe intentar aprender de la situación, adaptarse y mostrar una aceptación para poder mejorar. Sería el primer paso para construir, para tratar de buscar una solución ante este tipo de problemas del proceso de adaptación que presentan en ocasiones niños y niñas.


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