Desde el inicio de la pandemia, en todo el mundo, numerosos adolescentes están experimentando tics repentinos. Las investigaciones creen que podrían deberse al contenido que se ve en redes sociales como TikTok sobre personas con síndrome de Tourette. Bautizado como TikTok tics, algunos expertos también apuntan al papel del estrés y la depresión como factores clave
Hay un “virus” que se está transmitiendo a través de las pantallas. No se trata del comienzo de una invasión zombi por estar todo el día sumergidos en videollamadas. Tampoco hablamos de los smombies, esos peatones que no levantan la cabeza del celular ni para cruzar la calle. Es algo más raro, que psiquiatras de la Hannover Medical School (Alemania) han denominado Enfermedad Sociogénica Masiva inducida por las redes sociales (MSMI, por sus siglas en inglés).
El aumento de estos casos se inició con la pandemia, pero la preocupación de especialistas y sobre todo de padres comenzó después de que un artículo publicado a finales de 2021 en The Wall Street Journal alertase sobre ello.
Previamente varias investigaciones ya habían hecho hincapié en la aparición de un nuevo síndrome infantil ligado al uso de las redes sociales, y en concreto a videos en TikTok, relacionados con el síndrome de Tourette, un trastorno genético del sistema nervioso que suele comenzar en la niñez (entre los 5 y los 10 años) y que se caracteriza por distintos tipos de tics, movimientos repetitivos, involuntarios o sonidos (parpadear o guiñar los ojos, sacudir un brazo o encogerse de hombros, repetir frases, gritar improperios, carraspear, aclararse la garganta o hacer sonidos similares al de olfatear).
En agosto del año pasado, la psiquiatra Kirsten Müller-Vahl, de la Escuela de Medicina de Hannover, publicó un estudio en la revista académica Oxford University Press en el que afirmaba haber identificado “el primer brote de un nuevo tipo de enfermedad sociogénica masiva” que se propaga únicamente a través de las redes sociales. Si bien lo denominó MSMI ha pasado a popularizarse como TikTok tic.
Todo comenzó cuando la especialista detectó un aumento en su sala de Tourette de pacientes con síntomas que no podía explicar. Su consulta estaba repleta de decenas de adolescentes y veinteañeros no diagnosticados con dicha afección, pero que tenían tics repentinos y similares todos ellos. Tras el análisis de estos casos, Müller-Vahl determinó que los jóvenes habían desarrollado el trastorno tras ver contenido creado en Youtube sobre el síndrome de Tourette.
“Los tics tienden a ser imitados y pueden ‘contagiarse’ de una persona a otra”, indica el estudio.
Unos meses antes, en junio, otra investigación describía hasta seis casos en adolescentes con las mismas características. Todos ellos habían consumido contenido en el que creadores en redes como TikTok, Instagram o YouTube afirmaban tener esta afección.
Desde entonces, hospitales pediátricos de varios países de Europa y América han detectado un número elevado de estos casos en sus consultas.
“Siempre habíamos visto casos de trastornos de movimiento funcional, pero nunca de esta forma y en tal cantidad. En los pacientes se daban temblores y otro tipo de movimientos, pero antes de TikTok nadie imitaba los tics. Desde el confinamiento, de alguna manera esto empezó a convertirse en algo mucho más frecuente y, finalmente, cambió de forma”,
asegura el doctor Darío Ortigoza, especialista en trastornos del movimiento.
Explica que la mayoría de pacientes son niñas y adolescentes entre 10 y 14 años que empiezan a hacer estos movimientos o sonidos que parecen tics, pero que en realidad no lo son, “dado que no cumplen con la evolución en el tiempo que se suele dar en el síndrome de Tourette. Aparecen de forma súbita; la comunidad médica los llama TikTok tics”.
El contenido relacionado con esta afección abunda en la popular red social. Cuando los médicos en Reino Unido comenzaron a estudiar el fenómeno a principios de 2021, los vídeos que contenían el hashtag #tourettes tenían alrededor de 1,250 millones de visitas, según su informe, una cifra que desde entonces ha aumentado hasta los 5,000 millones.
Los expertos además remarcan que, a nivel global, la mayoría de los adolescentes fueron diagnosticados previamente con ansiedad o depresión, las cuales han podido ser provocadas o incentivadas por la pandemia, otro de los factores clave.
Y es que no todos los especialistas señalan a las redes sociales como únicas culpables.